Satisfecho de ser un átomo en el mundo de Unamuno, compré
tiempo, uno de esos anhelos que se le negaron al excelso intelectual para
alargar su vida, y el miércoles día 25 de marzo asistí a su última tertulia, la
segunda de esta nueva etapa en la que, “como decíamos ayer” –siempre será un
ayer, nunca un lejano pasado– unámunos
en su entorno para que sus enseñanzas ofrezcan clarividencia al actual mundo en
que vivimos. (Perdonen mi atrevimiento, pero
unámunos es a Unamuno como nivolas
a novelas).
Presidida por Francisco Blanco Prieto, coordinada por Luis
Gutiérrez Barrio y con la aportación de Elena Díaz Santana, se celebró la
tertulia con asistencia de un grupo de amigos y amigas, socios o no de la nueva
asociación de unamunianos, partiendo con la premisa de la reflexión de una
carta de don Miguel dirigida a los niños españoles en el día de Reyes de 1935. Misiva
que le fue solicitada por el presidente de la República Niceto Alcalá Zamora a
través del ministro salmantino Filiberto Villalobos y que aquel año fue leída
en todas las escuelas del país. Un texto en el que solicitaba perdón a los
niños por el mal ejemplo que le estaban dando los mayores –un clima prebélico
indisimulable con los conflictos de fondo de Asturias y Cataluña, sin
nombrarlos– y les emplazaba a rechazar cualquier juguete que tuviera relación
con la muerte de un hombre por otro hombre. Una carta inestimable e inmejorable.
Por supuesto que fue suficiente material para una jugosa
tertulia, de la que se pudo sacar como conclusión, a través de los que participaron,
que dicha carta tendría total vigencia hoy y serviría para pedirles perdón a
los niños por esas imágenes de violencia que reciben a diario, o por las
distintas “luchas” de supervivencia que perciben de sus padres y que en
silencio sufren en algunos estratos de la sociedad. ¿Qué pensarán los niños de
los mayores? ¿La sociedad le da ejemplo?
Con tiempo, daría para hablar de los niños en
el mundo y en distintas épocas, en los que ser niño, a lo largo de la historia,
no fue ninguna ganga. Y pese a que una tertulia así sería interminable, mucho y
bueno se pudo escuchar gracias a la capacidad de síntesis de los presentes.
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de hoy martes, 31/3/2015.
Acompañadme:
Hoy, como título: "Vaya semana".
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