Sería conveniente leer
este artículo escuchando de fondo una sevillana de María del Monte que dice:
“Andalucía en la gloria tiene clavá una bandera… ”.
Es imposible realizar un análisis del resultado de las
Elecciones Andaluzas sin hacer una lectura de ámbito nacional. Y para
cualquiera que tenga memoria de lo ocurrido en estos años de gobierno del señor
Rajoy, no sería ninguna sorpresa que lo consumado en Andalucía sea un espejo en
el camino de cara a las Generales.
Don Mariano no estaba en tierra hostil en Andalucía, como
interesadamente se quiere hacer ver, don Mariano políticamente está en tierra
hostil en toda España. La pérdida de medio millón de votos en el sur en sólo
tres años, dejando aparte encuestas y fiándolo a la lógica, ha sido la crónica
de una diáspora anunciada.
El señor Rajoy, amparado por una mayoría aplastante, ha
gobernado de tal manera que parecía no darse cuenta que detrás de cada desahucio,
de cada parado, de cada dependiente había un ser humano, y si eso era poco, ahí
también se escondía un voto dolido, y han sido tantas las desgracias soportadas
por ese bendito pueblo llamado Andalucía, que los votos de los banqueros han
sido ridículos para compensarle.
En toda la legislatura el señor Rajoy, en su ruina política,
no ha tenido otra obsesión que arrastrar a los socialistas hacia los infiernos
y un pueblo maduro e inteligente ha dicho en las urnas que PP y PSOE “no eran
la misma moneda”. Los socialistas han ganado en Andalucía con lo puesto, sus 47
escaños, y lo han hecho con ventaja, eso sí, presentando a una mujer: Susana
Díaz. ¡Chapeau!
Los golpes asestados con las Reformas Laboral y Educativa,
los recortes en general y el sinfín de corruptelas, ha ocasionado que algunos
hayan pasado directamente del partido del señor Rajoy hacia el de Pablo
Iglesias sin ni siquiera pasarse por el de Pedro Sánchez, y otros, más
comedidos, han puesto sus esperanzas en Albert Rivera.
¿Qué ha pasado con el partido de Alberto Garzón? ¿Puede que
sus fieles militantes se hayan quedado en casa hartos de tanta ambigüedad, o
quizá hicieran caso a don Julio Anguita y fueran en “ayuda” de Podemos? Tomar
cualquier salida en esta bifurcación es válida.
¿Qué ha pasado con Rosa Díez? ¿Es posible que haya pecado de
personalismo y por aquello del voto inútil el PP la esté felicitando? Quizá. Un
error de principiante en una veterana.
Lo que sí se puede asegurar, respetando la filosofía
democrática, es que lo recogido está de acuerdo con lo sembrado, y para los
amigos de las encuestas recordar aquella famosa frase de Winston Churchill:
“Sólo me creo las estadísticas que yo, personalmente, he manipulado”.
Hoy, como título: "Yo, Cervantes".
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de hoy martes, 24/3/2015.
Acompañadme:
Hoy, como título: "Yo, Cervantes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario