martes, 21 de octubre de 2014

NEUMÁTICOS A LA MAR

Otra semana más Marruecos deja libre sus inexistentes vallas con Argelia y los desesperados inmigrantes llegan por fin a la Tierra Prometida. Promesa que un día hicieron a sus padres, mujeres e hijos con la absoluta certeza de que nada ni nadie les haría desfallecer excepto la fatalidad de encontrar la muerte en el camino.

Hoy nuestro corazón está dividido. Por una parte unido a los sueños de esos desdichados y por otra al Cuerpo de la Guardia Civil que cumple el ingrato deber de no dejarles pasar. Nadie concibe que en las puertas del sur de la Comunidad Europea no exista un Cuerpo que no lleve a sus espaldas el peso de la Benemérita.

¿Por qué no “Guardia Comunitaria Europea”? Hagamos  el ridículo entre todos. No sólo algunos. Si existe una válvula de escape, ningún palo les va a doler tanto como el hambre a esos seres infelices. ¡Es absurdo negociar con ellos en la alambrada! ¿Qué podemos ofrecerles? ¿“Amnistía fiscal” para todos?

Hace ya un año que el Papa Francisco dijo “bergoña” por la tragedia de Lampedusa, donde hubo medio millar de muertos. Era la otra entrada, la mar, por donde llegan mujeres y niños. Y no sé por qué razón, en la mar, el hombre siempre llega tarde. Y cuando llega pronto, yerra, como  aquel “mando” que presuntamente tiraba pelotas de goma como flotadores para los niños y ni siquiera lo eran para los pájaros. ¡Qué miedo dan a veces los hombres de las ideas!

Los que no tienen ideas, sino sólo imaginación, preguntan si en estos casos, en medio del abismo, las ideas son las de salvar vidas o dejarlas en la mar. Si es lo primero, a veces tenemos basureros de neumáticos y no sabemos qué hacer con ellos. Atémosles caramelos para los niños y con nuestros pájaros de metal lancémoslos a la mar.

Nos redime el gesto de un matrimonio millonario, que desde la tragedia de Lampedusa compró un barco y navega por las costas de Libia e Italia para ofrecer su ayuda a cualquier desamparado que encuentren en el agua. No para darles la extremaunción, ¡ojo!

No obstante, a los que no salimos en “Torrente”ni robamos en Bankia no creo que nos escuchen en ningún sitio, pero, por si acaso, para la causa yo ofrezco los cuatro neumáticos de mi coche. Siendo la mejor solución llevarles a sus países fábricas de neumáticos.


En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de hoy martes.

Acompañadme:

http://salamancartvaldia.es/not/58838/la-independencia-es-el-paraiso#sthash.KiHxlxZH.dpuf

Hoy, como título: "La Independencia es el Paraíso".


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