LA GENTE FLIPA

Agotado el caso de esos bárbaros “parados y vagos” que entraron en Madrid en las Marchas de la Dignidad del 22 de mayo, y comprobado el presunto fracaso de la policía, que no llegó a detener a ninguno de ellos, no es justo que sigan en prisión esos  inocentes que pasaban por allí, entre los que cabe destacar un anarquista, varios antifascistas, un ultraderechista "reconvertido en anarcofascista” y algunos bukaneros  (hinchas radicales del Rayo Vallecano) y comprobado se ha por la lógica que no tenían ninguna culpa y que encima los pobres han sido agraviados con la etiqueta de “reventadores de manifestaciones” pronto deberán disfrutar de  libertad. (Creo que ayer quedaban solo dos). Los de las Marchas, a pesar de las heriditas del camino, con rapidez pegaron a los guardias y salieron corriendo.

Bien, como decíamos, agotado este caso, en Madrid no nos dejan descansar. Resulta que una mañana fría llegó la sesentona Esperanza Aguirre, detuvo el carro, se dirigió al cajero y con aire insigne sacó el dinero, montó en su auto, le dieron el alto, y con voz profunda y dinero fresquito le dijo a sus “lacayos”: “multita o bronquita, ya está”. Y sin más, mírala, mírala, se cansó de enredos, tiró la moto a sus “lacayos”, se quitó de en medio y presuntamente dijo: “Por ahí no paso. Esta es mi ciudad”. Mírala, mírala, miralá, miralá….

Pero como no sabemos si habremos perdido la razón, andamos con la mosca de que todo esto pueda ser un truco para bien de nuestro país y dar trabajo a “los malhuendas”…  ¡Quién sabe! Yo he comentado estos dos casos, pero podríamos hablar del Rey en la voz de Pilar Urbano, mujer que para sacar un libro ha esperado pacientemente doce años la enfermedad de Suárez con el presunto temor de  que el hombre se recuperara y le diera un tiro en la pierna. Y podríamos hablar también del mismísimo Anasagasti, que lleva treinta años con los topicazos de siempre, que son de manual y ya aburren. También podríamos hablar, aunque me duela, de mi admirado Jordi Évole y su pseudocastración del 23-F, un admirador de Orson Welles que quizá no sepa, por leer esos maravillosos “best sellers” de ficción, que en este país creemos al rumor antes que a la noticia y lanzado el misil ya no sabemos siquiera si el hombre llegó a la luna.

Pero, ¡mira por dónde!, por ese quítame de ahí esas pajas, todos ellos pasarán a la Historia con el beneficio de la duda, y las próximas generaciones no sabrán si fueron gigantes o molinos. Un orgasmo mediático que dejará embarazada o embarazosa la Historia. Me compadezco de los investigadores del futuro, que si ya es difícil la investigación, fijaos lo que tienen por delante. Después de volverse locos para ubicar a Verstrynge o deshojar la margarita de Artur Mas, se encontrarán que cuando el pueblo ya haya fusionado las historias, ellos tendrán que separar la verdad de la caricatura, con lo cual la Historia llegará a tener más  volúmenes que las páginas amarillas de los chinos.

Hoy martes, mi artículo en www.salamancartv.com/contributorpost/rouco-llevaba-razon-pero-la-batalla-habia-terminado/ creo que lo disfrutarán.

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