EL NOMBRE DE DIOS EN VANO

Las estadísticas están ahí y son indiscutibles. No sé si ustedes conocen el caso de un afamado franquista que poniéndose  azul decía: “con Franco subieron un 82,5% más de españoles al cielo que con la democracia”. ¿Hay alguien que lo discuta? Nadie.

Uno de los hijos de sus amigos se convirtió en un señor “de los de toda la vida” y tenía una parcela de poder en un Ministerio.

Una mujer llamó para preocuparse por la nueva ley sobre la interrupción del embarazo y dicho señor le contestó de esta forma:

–Usted, señora, qué se cree ¿que el útero es suyo? De eso nada, ese útero está expropiado. ¿Qué cree, que le vamos a dejar que se dé el gusto de abortar cuando quiera? De eso nada.

–“Eso no es ningún gusto, señor”.

–¿Entonces para qué quiere usted abortar?

–“Nadie quiere abortar. Quiero que me ayude”.

–¿Usted no sabe que eso es pecado?

–“Pecado, no. Yo creo en dios, pero no en el suyo, un dios que se preocupa de los úteros de las mujeres y no de las concertinas de Melilla. Mi dios cree en los hombres y no entiende que se traigan hijos al mundo para condenarlos a sufrir”.

–¡Qué barbaridad! Dios sólo hay uno y está en todas partes.

–“Pero en algunas partes más que en otras”.

–Dígame un ejemplo, enteradilla.

–“No se me escandalice, por favor, pero yo creo que su dios tiene un chalet en La Moraleja”.

–¡Vaya! Interesante. ¿Ese es el cielo para usted? Entonces, ¿dónde cree que está el infierno?

–“Para mí es la dación en pago y deber 100.000 euros”.

–Bueno, señorita, usted es una perdida. Yo no imagino cómo puede ser su dios.

–“Mi dios no es tan malo. Él no me obliga a traer un hijo dependiente y permite que  sus representantes en la Tierra se repartan la subvención antes de que nazca”.

–¡Aquí lo que sobra es libertad! Tendría que dar usted las gracias; con Franco nunca podría haber dicho eso.

–“¿No será usted don Alberto?”.

Pi, pi, pi, pi, pi…

Hoy martes, mi artículo en www.salamancartv.com/contributorpost/la-edad-de-los-abrazos-y-los-esperpentos/ creo que lo disfrutarán.