martes, 4 de febrero de 2014

Coca-Cola ¿Tú también?

Coca-Cola, esa bebida que la hemos mimado, la hemos combinado con casi todo y a la que adoptamos en los guateques y la invitamos a todas las fiestas, ahora, después de estrujarnos como al limón, se lleva la pasta y nos cierra cuatro fábricas. ¡Qué asco de bebida! ¡No trae más que desgracias! Pero hablaba de la Coca-Cola. Ese líquido marrón con una fórmula tan secreta que nadie puede decir si a la larga es buena o mala... ya que no hay un laboratorio que le tosa…

Hagamos el penúltimo cubata: Me voy a dirigir a ti en primera persona, coca-cola, y te recordaré que tu ambición viene de atrás, y de tal manera, que hasta te llevó a ser okupa de forma subliminal en nuestro subconsciente. Era la filmina 3, 4…  en la que tú aparecías para sacarnos a beberte, como si fueras nuestra novia. ¿Ahora nos desprecias cuando la  tolerancia de la derecha se ha hecho extrema y despedir a un trabajador cuesta menos que la chispa?

Solo en Madrid pretendes mandar a la calle a 1.250 trabajadores. Unos currantes que hasta el último día no han hecho otra cosa que embotellarte hasta emborracharte con ginebra, primero de pesetas y después de euros. ¿Qué son ahora? ¿Cocacolos? ¿Dónde van a trabajar? Ya no se devuelven los cascos, ¿piensas que las personas también son de usar y tirar?

En mi caso, como consumidor me siento un idiota. ¡Qué emoción sentía verte de Marylin en aquellas botellas de Andy Warhol.  ¡Y qué bueno Mingote, que te llevaba a la luna o a los lugares más recónditos antes que la civilización pisara tierra. Esos mimos, algunos “light” y otros con cafeína, eran fruto de haberte dado nuestra nacionalidad y dinero hasta sentirte como nuestra.

Ahora no me río y pocas cosas me emocionan, sobre todo al ver este capitalismo globalizador apestado de multinacionales sin alma. Solo nos queda el deseo de que la misma fuerza con la que optamos por ti ante una Pepsi que no nos había hecho nada, sirva para que la lucha de los empleados por sus puestos de trabajo no se disipe, porque ahí están en juego el futuro de muchos trabajadores, muchos niños y muchas hipotecas-

Y no se trata de echar coca-cola al fuego o a ningún líquido, que no sé cómo reacciona, pues si mañana se consigue un buen acuerdo y ningún trabajador va a la calle, aquí paz y después gloria.

Ánimo a los sindicatos y que sepan entenderlo las personas que se presenten por la empresa.

Hoy martes lean mi artículo en www.salamancartv.com/contributorpost/trabajadores-mas-modositos/, les hará pensar y creo que lo disfrutarán.

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