martes, 10 de diciembre de 2013

TERAPIA "ME GUSTA"

Una de estas noches, preso de una pesadilla, me levanté sonámbulo y en ese estado de inconsciencia me dirigí hacia el ordenador. Por  ser un recorrido que realizo tropecientas veces al día, no tenía por qué tropezar y di los mismos pasos que de costumbre, lo encendí, entré en Facebook, y comencé a dar “me gusta” de manera compulsiva. En cinco minutos había llegado a marcar  trescientos “me gusta” con una media de uno por segundo. No podía parar. Recuerdo que pulsé al del perfil con patillas, un tipo que quiere que vuelva Aznar para meter dos o tres papeletas en la urna; a un amigo prestamista, de los que tú tienes que darle cuatro “me gusta” si quieres que él te dé uno; a  otro con mucho peligro, que se quedó en el 2012 porque no quiere que descienda la UDS y se ve todos los partidos grabados; al poeta de los pareados, del que siempre pasé de largo como del 13 y del 25; a los de los  juegos terminados en “vil” o “bil”, de los que nunca había querido saber nada; a la guapa-guapa, que jamás le había puesto un “me gusta” para no tener problemas con la parienta; al “mándale una rosa” o “mándale a…”.  Y a muchos y muchos más hasta terminar con todos... Parecía estar jugando a los marcianitos… Esto me lo han contado después, ya que nadie se atrevía a despertarme –dicen que no es bueno espabilar a quienes están en ese estado cataléptico– para que no sufriera un “jamacuco”, y hay quien dice que tampoco es bueno quele lleven la contraria. Por ello, cuando pedí las contraseñas para entrar en sus Facebook , nadie me las negó y continué de igual manera, dando “me gusta” y saltando por distintos Facebook, incluso de rock duro, máquina, bacalao, góticos y okupas, ¡y no vean los góticos con qué ojos me miraban!, y fueron los últimos, los okupas, quienes peor se portaron, pues al paso leía comentarios como “¡intruso!”, “¡ilegal!”.. . Y como aquello no era normal, quienes velaban mi sonambulismo decidieron llamar al 1112, que se personó inmediatamente. El médico cogió mi brazo, me despertó y examinó mis pupilas  quedándose totalmente sorprendido, dijo que “nunca había visto nada igual”. Después me sobresalté cuando introdujo su dedo en mi ojo. “¿Pero qué hace?”, le reproché. “Perdone, no sé qué me ha ocurrido”. “Pues amigo ha podido vaciármelo”, le respondí. “Disculpe, he visto en la pupila un rectángulo azul con ‘me gusta’ y no he podido resistir marcarlo”.  “Lo suyo es para nota”, le dije. “Pues no me diga usted eso que yo le he quitado un virus del dedo corazón. Así que váyase usted a la cama y haga el favor de contestar a una encuesta muy breve: ¿Ha quedado usted satisfecho con el servicio? (Conteste ‘sí’ o diga ‘me gusta’)”. Señalé “me gusta”. “Muy bien –dijo el doctor–, que pase la familia”. Y reunidos todos entorno a mí, les dijo: “Este señor está ya curado, tenía un ‘me gusta’ de menos”.

En www.salamancartv.com/contributorpost/alvaro-mutis-y-la-independencia/, hoy martes, día 10, he publicado otro artículo que merece una reflexión. Que lo disfrutéis y decir "me gusta”, si así lo sentís. Esta web tenerla entre vuestros favoritos. Por su pluralidad de ideas merece leerla a diario.
 

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