Si las diatribas que usted lanza por ahí van en el sueldo de quienes las reciben, me da igual lo que diga. Ya sabemos, o no, espere hasta el final de esta carta, que usted hubiera querido ser el padre del Sr. Messi, millonario; al igual que me da infinitamente lo mismo que pretenda ridiculizar al Sr. Ronaldo, también millonario; me da igual que usted no pague las cuotas como socio del Madrid, y me da lo mismo con quién se acuesta usted y con quién se levanta; lo que no me da igual es que quiera imitar sin conocerlo a nuestro más insigne sabio, que lo es por la gloria de su madre, Chiquito de la Calzada. Eso es un sacrilegio y hay que salir “al ataqueer”.
Un hombre como Chiquito, que sabe varios idiomas – recuerdo
el “diodenara handenauer”, de raíces tan profundas que sólo él las conoce–, es
una gloria nacional. Un caballero que es un noble por su gloria, no elegido por
nadie. Suyo es aquello que le dijo a nuestro paisano “El Viti” como si tal cosa:
“Era usted tan serio toreando que parece que citaba a los toros en el juzgado”.
Y es que Chiquito tuvo un momento en su carrera en el que fue el “number one”,
ni más ni menos que un humorista de humoristas, y si no que se lo pregunten a
Paz Padilla.
Y le digo más, señor Blatter, si Chiquito no ha triunfado en
su país de origen, Suiza, fue por culpa de los dichosos aviones, unos bichos
que le dan calambre. ¡No saben lo que se han perdido! He de decirle que ha sido
y es un “fistro” inimitable. Lo suyo ha sido una mala caricatura como mala es
la carrera que ha elegido para cuando le echen de la poltrona. Tiene que seguir
practicando y también mire a ver si se pone en contacto con el propio Chiquito.
Le aseguro que el primer curso quizá lo apruebe, pues con los cuatro pasitos pa’lante
y pa’tras, e incluyendo el “cómoor”, es cierto que algo se parece. Pero según
avance la carrera y tenga usted que hacer actuaciones menos frívolas e inventar
frases como la que le voy a señalar, dicha por Chiquito, hay que ser muy
inteligente y para ello, don Joseph, no sé si está preparado: “Si miento, digo
la verdad, pues soy político.. ¿Se dan ‘cuen’?”.
¿No lo ha cogido, verdad? Pues esto quiere decir que cuando
usted hablaba de Ronaldo mentía y cuando hablaba de Messi también. Por ello nunca llegará a ser don Chiquito
de la Calzada, el Sancho que actuaba de Quijote. Lo único que le puedo decir,
señor Blatter, amigo, es que ha abierto
la puerta a muchísima gente, individuos que ahora piensan que del paro pueden
pasar a ocupar el cargo de presidente de la FIFA. Pero no se preocupe por
cambiar su puesto por el del INEM, que existe un proverbio japonés que afirma
que “hasta los monos se caen de los árboles”.
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