MUY FUERTE

No se lo digáis a mis enemigos para que no se alegren, pero a veces me entran unas ganas inmensas de visitar a nuestra reputada prestidigitadora Esperanza Gracia para que me adivine el presente, pues el futuro me lo sé. Cosas que me rondan por la cabeza: Lo del COI que, como diría Boris Izaguirre, “es muy fuerteeee”, ya que no existe otra razón para no haber nombrado a España sede olímpica que la de tenernos rabia y a consecuencia de ello la generación perdida ha malogrado la única esperanza que le quedaba: ser voluntario olímpico en 2020, que aunque son labores que no se cobran, al menos durante siete años hubieran disfrutado la ilusión de estar entretenidos ensayando con los plumeros. ¿Y la envidia? ¿Y si hablamos de la envidia? Pues que no nos llamen paranoicos, pero lo que han hecho esos “coach” extranjeros sentando a Iker en el banquillo, no es otra cosa que un intento orquestado de acabar con el dominio en el mundo por parte de la Selección Española de Fútbol. Además, si yo fuera Fernando Alonso revisaría todos los tornillos dos o tres veces antes de cada carrera; y si fuera Gasol, agacharía la cabeza al paso de los aviones, y si fuera Nadal, no se me ocurriría beber en ninguna de las copas que ganara. Y no digamos nada de lo que nos ocurre fuera del deporte…, pero es tal la falta de atención que nos dispensan, que ni los monos del Peñón quieren ser españoles, y los que lo son, como Mas y su socio, quieren abandonar España hacia ninguna parte, pues es muy difícil de creer que a Cataluña la vayamos a ver en el Caribe, pero no sería nada descabellado ver aparecer por allí a Mas y Junquera para celebrar alguna que otra victoria en dobles. En fin, sin entrar en más detalles, comencemos a creer que la solución del presente está en las cartas de la señora Esperanza Gracia, no de otra.