domingo, 23 de diciembre de 2012

Mis mejores deseos

Quiero pensar que alguien haya podido echar de menos mis escritos. Si así ha sido, muchas gracias. Pero como considero que ahora es tiempo de leer más que de escribir, me he tomado un pequeño descanso. El primer libro con el que he retomado mis lecturas ha sido un hermoso cuento escrito por Carlos Blanco Sánchez e ilustrado por Tomás Hijo, que no es mal aperitivo para estos días, al contrario, un imprescindible libro infantil con el que puedes seguir soñando con el “Lazarillo” más allá de los sueños, y que te reconcilia con el niño que fuiste y que viviste a tope estos días de ternura. El resto, son lecturas de Sociología, de las que pronto tendré que dar cuenta en los exámenes de febrero. Pero esto será a salto de mata, puesto que hay que disfrutar la Navidad y estar con la familia y amigos, aunque yo quiero ser uno de esos individuos que viven con el espíritu de estas fechas todo el año y que aprovechan estos días para redimirse y felicitar a toda la Humanidad.
Pero como no todo el mundo es bueno y por Navidad no debemos hacer borrón y cuenta nueva, desafortunadamente esos 365 días los tenemos que vivir con ojo avizor, ya que existen moscas cojoneras a los que no debemos creerle nada de lo que digan y darles crédito a la mitad de lo que les veas. Así es la vida. Por coherencia, ¡muchas felicidades a todos menos a uno!, pero que nadie se sienta aludido, porque el agorero ya lo sabe, y sabe que tampoco le deseo ningún mal, al revés, que mire por su salud para que pueda estar dentro del mundo de los normales.
Un abrazo a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario