Llega la pasta con la condicional

Ayer no se hablaba de otra cosa en los corrillos que de la bonhomía y los buenos sentimientos de los dineros llegados de Europa para Bankia. Lo de las condiciones impuestas  tampoco era lo más importante, pues hasta ahora nos habían amenazado con echar a 6.000 trabajadores de una tacada y, sin embargo, hoy dicen que sólo serán 5.000. Esto ya es otra cosa. Y a propósito de ello me viene a la cabeza aquello que contaba Gila sobre lo bruto que eran en su pueblo. Por ejemplo, un día se reunieron  las autoridades para discutir la manera de dar una mala noticia a una vecina. Después de mucho deliberar, llegaron a un acuerdo en cuanto a la forma. Así, con el alcalde al frente, se acercaron para decirle: “Indalecia, qué cosa tan mala te ha ocurrido”. “¿Qué es?, decidme…”. “Que han muerto tu padre, tu madre y tu hermana”. ”¡Hay, por Dios, no me digáis eso! ¡Qué desgracia más grande!”, decía la desconsolada dama. La dejaron llorar un rato y al fin le dijeron al unísono: “Que no, boba, que sólo ha muerto tu padre”. “¡Ah, bueno, ¿sólo mi padre?  Por favor, no volváis a darme esos sustos!”.  También hoy estamos más satisfechos por ese recorte que “sólo” afectará a 5.000 operarios de los 6.000 que nos habían dicho al principio. Además, para que los despedidos se vayan más contentos, a los trabajadores que se queden les van a rebajar el sueldo un 40%. ¡Qué buenos son!  Y tampoco han dicho aún si se comenzará a despedir por arriba o por donde siempre. Se deduce que si fuera por arriba dirían que se iba a echar a 5.000 banqueros, y esto no se contempla. Por tanto, existe mucha preocupación de becario para arriba. (Sin incluir al becario, que vive en las empresas como un alma en pena).