Sea por el objetivo

Qué poco les gusta a los políticos que se les entienda. Pero mira por dónde este último curso todo el mundo ha aprobado en Economía. No hace mucho tiempo, si alguien hubiera dicho “son medidas coercitivas para cumplir con el déficit”, el personal hubiera contestado: “¡Mandeeee!”. Sin embargo, hoy sabemos que ese exabrupto encierra todas las medidas que el gobierno está aplicando a los trabajadores y a los colectivos más vulnerables de la sociedad. Pero si con estas medidas no se consigue atajarlo (de atajar, irse por un atajo), con tu esfuerzo y el mío, entonces no tendrán más remedio que poner en marcha otras nuevas medidas. O sea, recorte de pensiones, menor cobertura para los parados, funcionarios a la calle, etc. Pero y si aún así no se  cumple el objetivo. Pues quizá comiencen a quitar las pensiones a los mayores de 95 por abuso de la Seguridad Social, a los inmigrantes les trasvasen la cuota de Sanidad a Decesos y a los parados “que se jodan” (dixit Andrea Fabra), ni paro ni leche. Pero supongamos que ni aún así se consigue el objetivo. Entonces es muy probable recaudar a la desesperada y hasta comiencen a multar a la gente por tener caspa, por husmearle los “gemelos del sur” o por el cante de las glándulas sudoríparas en el metro. Pero vamos a ver, esto hay que cortarlo: ¿Me va a preguntar Vd. de una vez que si después de todas estas medidas aún no se consigue el objetivo tendrán que pagar las grandes fortunas? “Sí, claro”. No sea ingenuo, amigo. Éstos no pagarán ni un céntimo, bien al contrario: se lo llevarán, y si no se consigue el objetivo, no le quepa a Vd. la menor duda que, con perdón, le darán por él.