Intervención con vaselina

¡Qué alegría, qué alboroto, tengo un perrito piloto! Así, así me encontraba ayer tarde cuando don Luis de Guindos, a la sazón ministro de Economía, nos habló de lo aventurados que éramos por haber acertado una “Euromillonaria” a devolver. Nada más y nada menos que 100.000 millones de euros vendrán a sanear nuestros bancos. Pero según pasan las horas sólo me acosan pensamientos con mala fe. Un ejemplo: si aún no sabemos qué ocurrió en Bankia y los desagües están abiertos, para qué queremos el dinero, ¿para que se lo lleve la corriente y la deuda sea mayor? Porque en Bankia, los bancos que conforman la entidad, han dado créditos que el usuario de a pie, por las buenas o por las malas, los habrá venido devolviendo en dinero o en especie, pero seguro que los devolverá. ¿Pero qué habrá pasado con esos otros a los que presuntamente les habrán facilitado créditos millonarios? Dígalo usted mismo, seguro que lo sabe, es de manual y lo habrá escuchado miles de veces: Si usted debe a un banco menos de 100.000 euros, usted tiene un problema con el banco, pero si usted debe cinco o diez millones de euros, el banco tiene un problema con usted. Póngase en ese lugar, querido amigo, suponga que usted es un sinvergüenza, con perdón, y haya cogido ese dinero. Un sinvergüenza invierte 100 euros en su empresa para cubrir un asiento y con el resto juega al Casino, se da una vuelta por un paraíso fiscal y por supuesto hace un “simpa” sin su señora. ¡Qué gozada! Miedo me da saber qué ocurre al final con el dinero. Y como el "Señor de la Herencia que nos Dejaron" no ha salido a contar los problemas de la banca, puesto que todo está enmarañado, siento que este rescate, que nos dicen que es a la banca, sea una intervención a todo el país, aunque se comience con vaselina. ¡Ojalá me equivoque!