Mucho "desatao"

Ayer, mientras mis amigos europeos dormían, entré en Facebook hacia las tres de la madrugada, que es el horario de llegada de los allende los mares y recaigo sobre unos versos de Lorca con un comentario homófobo, trasnochado, de la España que huele a caña o a violetas, da igual, pero no sé por qué era de una persona que tenía necesidad de reafirmar “que él no era como Federico, a él le gustaban las tías con buenos globos…”, no ahorrando ninguna ‘vacaburra’ sobre el poeta, o sea, que para él lo murieron bien”. Le contesté que tuviera respeto por la persona y, si acaso, enjuiciara los versos, no su vida, que la pudo vivir como a él le diera la gana. No hubo contestación por su parte, pues se trataría de un españolito que se marchó a dormir todo orgulloso. A la mañana siguiente, el comentario del “amigo” en cuestión había desaparecido y quedaban mis palabras colgadas en el desamparo. La razón más lógica de que esto ocurriera así sería el paso por allí del camión de la basura, que al parecer Facebook, con buen criterio y mejor gusto, hace uso de este servicio y quita mensajes que no guardan las formas, una censura positiva que nadie con sentido común la desaprueba. Es más, creo que se puede hablar con términos altisonantes, pero con gracia e ingenio, de cualquier cuestión, pero sin insultar ni denigrar a quien no se puede defender, ya que con palabras rudas dicho individuo se atrevía a decir que a Federico le gustaba la pasividad.