lunes, 28 de mayo de 2012
Criterio propio
Que la gente anda muy “mosqueá” no es ningún secreto. La crisis agudiza el ingenio, aviva la memoria y despierta alguna que otra paranonia. Hace poco un ciudadano corriente no entendía nada de economía, pero para que no le llamaran paleto le costaba mucho preguntar. Opinaba de oído, es decir, de lo que escuchaba. Y esto hizo que en muchos casos fuera por la vida con una sola respuesta. Y como existía el preguntón que lanzaba dardos impertinentes, no podía evitar tener que decir “¡basta…!!”. El primero que le ponía en apuros era ese adolescente que andaba por casa registrándole los bolsillos y jugando a la play: “ban-ban-ban-kia, ban-ban-ban-kia..” : “Oye, papi, ¿por qué se tienen que unir los bancos y hacer bancos más grandes?”. ¡La madre que lo parió!, ¡qué le digo yo a este chico!, se quejaba. Sólo quedaba el camino de la respuesta de libro: “Para que sean más fuertes y puedan competir mejor”. “No lo entiendo. Dame un ejemplo, porfa”. “Ahora no tengo tiempo, tengo que trabajar, luego hablamos”. ¡La madre que lo parió, me ha hecho salir media hora antes de casa!, pensaba. Así un día tras otro, y como el niño era “resabiao”, después de observar las limitaciones del padre, comenzó a impartirle clases sin que éste se diera cuenta: “Sabes, papi, que con las dietas que reciben los banqueros por las reuniones, éstos no están precisamente a dieta…”. “Jejejé… Bueno me marcho”, era su respuesta”. Aunque se iba consciente de que tenía que volver y así no podía continuar; en consecuencia, tomó como solución prestar atención al crack que tenía como hijo. “¿Sabes, papi, por qué se agrupan los bancos?”. “Dime, hijo”. “Porque siendo grandes nunca les dejarán caer, sería una hecatombe mundial, un lastre que por sus nefastas consecuencias blinda a todos los accionistas e impositores”. “Pero eso está bien, hijo”. “¿Cómo que está bien? Estaría bien si las inyecciones para capitalizar a unos cuantos no las tuviéramos que avalar e incluso pagar todos los españoles, porque a ver, quién te paga a ti tus deudas si no puedes afrontarlas?”.
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