sábado, 3 de marzo de 2012
Reforma Perroflauta
¿Por qué ríen por las alturas? Esta es la pregunta que todo el mundo se hace. Si ganar las elecciones significaba desternillarse de risa, ya deberían de haber quitado los leones del Congreso y en su lugar haber colocado dos hienas. ¿Qué por qué esto? Por lo bien que nos va la fiesta. Las hienas son animales que se pasan el día riendo y copulan una vez al año. Y si sólo “joroban” un día cada 365, entonces ¿de qué coño se ríen? Así, la clase gobernante no se debería reír tanto, pues aunque “joden” mucho más que las hienas, sin embargo, deberían guardar luto por esa clase social que le aupó al poder, se rompió el hombro por ello y alguno está hoy perdiendo su medio de vida y recibiendo la extremaunción. (Vid. Cospedal, Dolores. Noviembre 2011: “Mi partido es el partido de los trabajadores”). Lo siento por todos los trabajadores, pero más por ellos, pobres ilusos, políticamente engañados, y también lo siento por las generaciones futuras, que con esta mayoría comprobarán que ser obrero y con dos carreras no será ninguna ganga. Siempre recordaré aquella promesa de Rubalcaba de petición de dos años de carencia para acometer las reformas. Unas reformas que en justicia deberían ser financieras, que fueron las que trajeron la crisis, no de recortes “brutales” sobre la clase trabajadora, que habrán removido de la tumba a Marcelino Camacho y a Pablo Iglesias. Este artículo no es de derechas ni de izquierdas desde el punto de vista tradicional, sino constructivo, porque avisa de lo que puede volver a ocurrir si al ser humano le dejan sin derechos, es decir, que mañana salga un Hitler que les ilusione.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario