miércoles, 8 de febrero de 2012

¡A mamar!

Hace un par de días, un diario nacional traía en portada dos noticias sobre la doble moral. Una de ellas trataba del blindaje de 12 millones de euros con el que habían fichado a un directivo en una gran Caja. O sea, que si por cualquier circunstancia le mandan al paro le tienen que dar 2.000 millones de pesetas. Mi pregunta es un tanto infantil, de la de yo cabo y sepo. ¿No me digan ustedes que ese directivo no entra a trabajar en la empresa con la única ilusión de que le echen? La otra noticia era que el 65 por ciento de los jóvenes españoles estarían dispuestos a trabajar con una cláusula de indemnización por despido de veinte días por año. A ver si me aclaro. Esto significa que entras en una empresa como mileurista a los 30 años, le caes mal al jefe, te echan a los 40 y te vas a la calle con 6.000 euros, 2 niños, un piso por pagar y la parienta llamándote “gili” por no haber dejado que el jefe te machacara. Y a lo mejor el jefe es el de los 2.000 millones, que nunca lo sabrás pero casualmente hasta pudo estar en el mismo paritorio donde a ti te dio a luz tu madre. Los dos nacisteis desnuditos, pero tú eras tranquilote y apenas llorabas, y tu compañero lloraba y mamaba y cuanto más mamaba más leche tenía su madre; desde entonces no ha dejado de mamar y después de acabar con su pobre madre, aprendió a mamar de todos y mientras tú aprendías a decir “mamá”, él ya decía “blindaje”, que era la palabra mágica de los cuentos de Aladino, y aquel vecino de habitación, bien blindado, está hoy llamando a Rajoy para decirle que “¡dónde vas!, con 3.000 euros por diez años van que se chutan”.

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