Llegó la rusa

Salamanca está que se sale. No se habla de otra cosa en la ciudad que de Ilona Korstine, una jugadora de baloncesto rusa que por ese buen olfato de los propietarios de Perfumerías Avenida, directivos del club de baloncesto, ha llegado aquí para jugar lo que queda de temporada. Hace tres o cuatro años, cuando en nuestro país funcionaba bien la economía, recuerdo un titular de prensa que decía “ponga una rusa en su vida”. Se trataba de un reportaje sobre la hilera de divorcios que había supuesto en el El Ejido la llegada de un centenar de rusas para trabajar en los invernaderos. No se sabe si con la crisis estas parejas permanecen aún unidas, pero las rusas por donde van “arrusan”. Y no se llevan sólo el “stockaje”, sino también caen ante sus encantos esos casados que no pensaron en divorciarse en su vida. Ilona, como todas las de su país, tiene cara de buena chica y seguro que lo será, pero si aún no ha debutado y no sabemos cómo cocina, algo tenemos que decir de ella, y una de las razones que salta a la vista es la finura de sus encantos, pero como para esto no la han fichado, no quiero que nadie me malinterprete, porque tampoco creo que vayan a asistir más espectadores al pabellón de Würzburg para verla. ¿O sí? Ilona ha jugado en los mejores equipos de Europa y llega aquí en invierno, pero no a los invernaderos, sino para partirse el pecho por un equipo que el año pasado se llevó cinco trofeos. Y no me cabe ninguna duda de que esta rusa, que también es modelo, huele bien y, aparte de saber encestar, nos hará vender muchos perfumes. Mimémosla para que se quede una temporada más. ¡Aúpa Avenida!