domingo, 15 de enero de 2012
El ornitorrinco
En mis dos últimas entradas he hablado de la mujer y el amor y del hombre y sus razones para mantener el tipo. En la presente voy a referirme al ornitorrinco. Muchos diréis: ¿Y esto qué tiene que ver? Yo digo lo mismo. Pero para ponernos en situación, diremos que tal “palabro” pertenece a un animal protegido, natural de Australia, que por su singular fisonomía no le dejan salir del país. Es un animal mamífero que tiene cuerpo de reptil, cola de castor y cabeza de pato. Por sus propiedades químicas para producir calor en ambiente frío o para cederlo en ambientes cálidos, no precisa calefacción; carece de lagrimales y, por tanto, no llora; tiene poca vista, casi ciego, y no posee pabellón auricular, o sea, es sordo. Los machos tienen un rudimentario pene y las hembras carecen de vagina, pero reciben el semen en una especie de cloaca por la que ponen huevos; la esperanza de vida del ornitorrinco es larga, alrededor de 50 años. Y yo digo, si se arrastran, no consumen calefacción, no lloran, ven sólo lo que les interesa, no oyen, además joden como un mini-job y duran muchos años, ¿a qué espera el ministro de Educación para gastar en I+D+I e imitar a estos seres para hacer clones humanos?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Oye. Visto así son una joya de animales.
ResponderEliminarY además ahorran en casi todooo. Y viven un montón de tiempo..............Y los políticos que tienen de todo, nos estrujan hasta los............
¿No hay derecho!!!.
Un abrazo.