domingo, 27 de noviembre de 2011
El comercial
No bien he dejado de pensar en aquello de “con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho”, cuando suena el móvil. Una voz persuasiva, amable, de acento argentino, me saluda con “muy buenas tardes tenga, señor”. ¡Uff! Pienso que estoy ante un comercial de compañía telefónica, y a éstos, como diría Cela, si no le sueltas el discurso, te lo sueltan. Por tanto, le salgo al encuentro: –Mire usted, mi Compañía no la cambio por ninguna. Adiós, buenas tardes. Y cuelgo ¡Qué tranquilo me quedo! Se lo digo a Rosendo: ‘¿Te das cuenta?, así hay que hacerlo aunque no quieras’. No he podido decir más. Vuelve a llamar el mismo individuo y quedo atrapado como una mosca en una telaraña. “Háceme caso, boludo. No voy a venderle nada, quiero regalarle algo. No pertenezco a ninguna compañía de teléfono, ché. Déjeme que le haga unas preguntas”. Le pido que sean sencillas y que pregunte rápido, que no dispongo de tiempo. “Así será, ¿tiene vos un seguro de decesos?”. –¿De muertos? “Sí”. –¿Por qué? “No se asuste, ché. No se trata de que vaya usted a hacer uso de él inmediatamente”. –¿Entonces…? “Le voy a dejar en la mitad lo que vos paga por su seguro”. –Mire, llame usted a otra parte, que yo en lo último que pienso es en morirme. “No me ha entendido. Esta promoción está pensada para gente como vos, que va a vivir mucho y va a pagar muy poco”. –Aun así, prefiero seguir como estoy. “No me ha entendido... No me ha entendido… No me ha entendido…”. (No hay manera. Es admirable cómo los argentinos siempre tienen una respuesta más. Son como Messi, pero con la palabra). Al fin le digo: –Por favor, dígame qué debo de hacer para disfrutar de su oferta. “¿Viste? Vos mismo se ha convencido… (¡qué jeta!), mande un fax a este número con el último recibo de su compañía, que lo demás corre de nuestra cuenta. Cuelgo y mi interlocutor queda a la espera para siempre, aunque mi teléfono haya quedado inútil. ¡Cualquiera lo abre! ¿Para cuándo un antivirus telefónico, por favor?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario