El mundo está cambiando de continuo. Los tópicos que hemos
utilizado toda la vida para ser amables con los demás quizá haya que
revisarlos. Un ejemplo lo tenemos en la variedad de familias que existen en la
actualidad, y claro, tú ya no puedes decir eso de “oye, María, hay que ver cómo
se parece el niño a su padre”. Mejor es que mires bien al niño antes de
decirlo, y ni así, que Paquirrín no se parece nada a su desventurado padre y
nadie que no sea mal pensado duda de que sea hijo del torero, y tampoco hay que
maquinar y decir que los niños se parecen a los “boys” de las despedidas de
soltera, no, tampoco vamos a ser tan traviesos y pensar que las cosas son así
de morbosas, sino que existen parejas en las que el marido lleva un niño, la mujer
dos, otro que tienen adoptado y, por si fuera poco, el que hicieron a medias
para ver cómo salía la mezcla. Y, si lo desean, como ejemplos, se me ocurre
pensar en Angelina Jolie o Mia Farrow, unas mujeres que han tenido hijos de muy
variadas nacionalidades. Pero todo esto vale para una broma, pues una vez
arrebujados en familia, estas madres son capaces hasta de contar el parto de
cada uno de ellos y quedarse tan frescas. Por tanto, haga usted lo que quiera,
y si ve a una pareja de suecos con un hijo moreno de digno color senegalés, si
le apetece, diga usted que se parece a su padre. No pasa nada. Afortunadamente,
este mundo será cada día más multicultural; no multirracial, que las razas son
una invención y sólo existe una raza: el ser humano.
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de martes 4/8/2015.
Acompañadme:
Título: "Puerta de Zamora".
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