Desde los tiempos en el que la propia mujer, por su
sometimiento a ser mera comparsa del guerrero, dudaba si estaba o no preparada
para ejercer su derecho al voto, hecho histórico que tan bien queda reflejado
en el desencuentro parlamentario entre aquellas dos grandes mujeres que fueron
Victoria Kent y Clara Campoamor
–luchadoras ambas por la liberación de la mujer, pero con matices sobre
la oportunidad del momento, 1933, para aplicar el derecho al sufragio–, el camino
de lucha, con pasos atrás y adelante, hoy está en la mejor dirección, aunque
quede mucho por hacer, sobre todo por las desigualdades laborales y
empresariales por todos conocidas.
Sin embargo, estos días nos debemos congratular que las
listas electorales encabezadas por mujeres, hasta las que no nos gustan
ideológicamente, las han ganado como personas y no como género. Hoy en política
son un reflejo de la sociedad, por lo que las actitudes y aptitudes de las
mujeres ya no se pueden ocultar, como de hecho se han ocultado a lo largo de la
Historia.
Eso no significa que a ciertos individuos les dé un poco de
acidez tener que reconocerlo y se muevan en un mundo de contradicciones y,
perdónenme la guasa, quizá sean los mismos que dicen no gustarles la inmigración
“menos mi asistenta”. Tal vez esos
individuos, con todos los respetos hacia doña Esperanza, quizá digan que no les
gusta ninguna mujer encabezando las listas excepto doña Esperanza Aguirre.
Otro tema diferente es la captación de votos, y ahí, por el
disputado voto de la mujer, llegará el día en el que algún partido pierda la
cabeza. El as de la manga en estas elecciones lo ha sacado el ínclito ciclista
de la corbata roja, el único que ostentaba el poder para hacerlo, el presidente
señor Rajoy, de quien precisamente hoy, henchido de gozo, he recibido su carta
pidiéndome el voto. Una carta que se ha hecho tardar: llevo cuatro años
esperándola.
Precisamente el señor Rajoy ha tenido la feliz ocurrencia,
¡bienvenida sea!, de jubilar con cincuenta euritos de bote a esas madres que
tuvieron su dos hijos en democracia, pero no le han advertido que los bisoños
de dichas madres que ahora se jubilan son los chicos de Ciudadanos, que han
nacido con tal listeza, dicen que apoyados por el IBEX 35, que hasta es
probable que les pidan a sus madres los veinticinco euros que les corresponden
por cabeza.
No obstante, mis dudas con el Sr. Rajoy es que tiene dos
manos. Con la derecha y en época de elecciones concede esta mejora, pero pasadas
las mismas, qué quitará con la izquierda.
Lo siento, señor Rajoy, yo no le puedo votar ni a usted ni a
Ciudadanos, porque en mi pueblo, Santa Marta, ustedes no presentan un programa
mejor que el de la candidata socialista, quien por su gran labor de oposición
en la última legislatura ha sido apoyada en estos días por políticas con la
calidad humana de Carme Chacón y Trinidad Jiménez.
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de hoy martes, 19/5/2015.
Acompañadme:
Hoy, como título: Qué dicen cuando dicen "Fracking".
Oye chico, una pregunta............
ResponderEliminarYo tb soy jubilada y madre de un hijo...............
¿A mí tb me va a subir la jubilación el sr. Rajoy???????????. Porque digo yo que tendré el mismo derecho que las demás. ¿O no??????????.