El ilustre periodista don Eduardo Inda, a la izquierda (no
confundir con ala izquierda) de don Paco Marhuenda en el canal verde del recién fallecido señor
Lara, programa “La Sexta Noche”, es conocido por su obstinación en realizar laboriosas
investigaciones tipo Sherlock Holmes: “sí, dígalo, señor Pablo: usted fuma en
pipa en la intimidad…”, o “sí, no lo oculte, señora Tania, diga usted que usa
perfume Chanel nº 5…”, esto o algo parecido, pero siempre con una penitencia
final como si de una confesión se tratara: “¡díganlo…, si no pasa nada…!”.
Posee el señor Inda ese don de la ubicuidad intelectual, con
la máxima distinción, que sólo Dios y los elegidos poseen. Pueden imaginar a
qué me refiero: politólogo, economista, abogado, filósofo, psicólogo y
periodista de todo a 100, a 1.000 o a millones de euros. ¿Cómo lo ven ustedes?
Yo lo veo poseído de esa ambigüedad del “miedo a Podemos” para ninguneo del
Partido Socialista y favorecer a Rajoy. Pero es tan buena gente, que estas
intrigas no me acaban de convencer.
Medio adormilado, días atrás me levanto a las dos de la
mañana, hago zapping para ver qué ocurre por el mundo y ahí está don Eduardo en
“El Chiringuito de Jugones”, el programa deportivo de Josep Pedrerol. Pero no
crean que se encuentra como un tertuliano más, ¡qué va!, sino aupado en una
especie de pedestal y sentando cátedra como aquellos insignes señores del
deporte estrella: los profesores don Pedro Escartín o el abuelo de los Prats,
don Matías.
Aunque es posible que muchos no sepan que el señor Inda
antes que cocinero de la actualidad política fue un reputado periodista
deportivo. (Por cierto, sección periodística donde se curten los mejores
profesionales). No obstante, al menos yo, por temor a contraer “eduarditis”, no
le puedo seguir en esta faceta. Es una información que la dejo para quien quiera
y pueda disfrutar de sus acertados comentarios.
Pero traer aquí al señor Inda, sin acritud alguna, es querer
desmitificar dos facetas: ni tan intelectual es el mundo de la política ni tan frívolo
el mundo del fútbol. Y sobre éste, no sé si don Eduardo ha tratado el “tema Ronaldo”,
me imagino que sí, pero por ello no voy a sustraerme de ciertos diagnósticos. ¿Recuerdan
aquel grito del presunto “bicho”? ¡Uhhhhhhh! (¡Ni Tarzán!, dicen por Cataluña).
Pues presumiblemente, a resultas de aquello, cosa lógica, le dejó la novia,
sufrió amnesia y olvidó cómo se juega al fútbol y, como no se juega a patadas,
fue castigado con dos semanas de descanso.
Con ello se intuía que esos días los dedicaría a la búsqueda
de otra Irina, pero parece que no hemos tenido suerte. Así, en su primer
partido después de la sanción, en el que el Atlético endosó cuatro roscos al
Madrid, con el crack desaparecido por el campo, esa apatía nos hizo pensar que
tiene que volver con Irina como sea.
Con permiso del señor Inda, me dirijo a usted, señor
Cristiano: Viene el día de San Valentín, llega “la fuerza del corazón”, reconcíliese,
arrodíllese y pídale perdón a la rusa. La necesitamos.
Ese es el mejor camino, no darle una fiesta de cumpleaños después
de la derrota...
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de hoy martes, 10/2/2015.
Acompañadme:
Hoy, como título: "Ha nacido un nuevo nini".
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