martes, 4 de noviembre de 2014

EL MUNDO DEL REVÉS

Vengo deprisa y corriendo (un clásico en el periodismo) para llenar el espacio que me tengo reservado en este “Capricho…”.

En el bar un cartel me ha hecho sonreír. “Por descanso de nuestra clientela, los miércoles no abrimos. Disculpen las molestias. Gracias”. ¿Qué tipo de pócima nos están dando que por lo menos tenemos que descansar un día a la semana? Yo no tengo ningún síntoma, pero cuando se me manifieste, no crean que les voy a disculpar.

El dueño es un “crack” y con toda seguridad es parte del buen humor que se gasta nuestra hostelería. Además, estamos en hallowen, una fiesta que comenzó para un día y se está convirtiendo en una semana de carnaval. Quien por asuntos laborales no lo pudo celebrar el día 1, se coloca el disfraz el 2 o el 3 y no pasa nada y quien se compró el traje el 28, lo lógico es que lo vaya amortizando un día sí y otro también.

Además, hay gente que está durante todo el año de carnaval o de hallowen. Y con los motivos que tiene este país para estar “cabreao”, si no fuera porque de humor andamos “sobraos”, es posible que pasásemos el día discurriendo epitafios. Pero hasta de eso dudo si no los bordaríamos con tanto humor como un Groucho Marx cualquiera: “Señora, discúlpeme que no me levante”.

Nuestro buen humor se manifiesta hasta cuando estamos contrariados. Díganme si no tiene gracia que con motivo de la coronación de Felipe VI, un grupo de republicanos se reunía en manifestación y preguntaba a voz en grito: “Felipe, ¿quién te ha votado?”.

También contamos con esos que sus vidas las han convertido en un carnaval o en un hallowen, como el caso del pequeño Nicolás, que por lo que se ve ha agotado todos los disfraces; o el Mocito Feliz, sí, lo tienes que conocer, ese simpático amigo, con pinta de infeliz, empapelado de revistas y periódicos, que se coloca detrás de algunos famosos cuando viajan de un zoo para otro.

Pero a muchos de nosotros quien realmente nos hubiera hecho reír sería la señora Esperanza Aguirre poniendo multas vestida de municipal; o ese señor Granados, don Enrique, inaugurando una cárcel… (“sshhiii, sshiii: que donde está la inauguró él). “¿Cómo dice?”. “Nada, nada, que sigas…”. No sé, quizá he metido la pata, pues mi subconsciente siempre me avisa de lo que no debo decir.


Para finalizar, ya lo señaló ‘La Lupe’: “La vida es puro teatro”. Y siendo puro teatro, ¿en qué se diferencia la vida del pequeño Nicolás de la del Mocito Feliz? ¿O la del que un día se puso a coleccionar orinales y terminó dirigiendo un museo?, del orinal, claro.



En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo de hoy martes.

Acompañadme:

http://salamancartvaldia.es/not/59602/los-malos-ejemplos#sthash.9eH22zB3.dpuf

Hoy, como título: "España es el Paraíso".


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