OPTIMISMO RAZONABLE

Sol y libros se han dado cita en la Plaza Mayor de Salamanca para conmemorar un año más el Día Internacional del Libro. Un día en el que todos los seres fantásticos han debido de ponerse de acuerdo para dedicarlo al libro Infantil y Juvenil. El ágora era un parque y si los pequeños se sentían importantes de verse como protagonistas, los mayores salimos de allí ilusionados de que esto pueda ser así por muchos años. ¡En el futuro del futuro quién sabe lo que pueda ocurrir! Nadie debería angustiarse por los cambios que dará la vida, que no tienen por qué ser para peor, sino disfrutar de lo que ya tenemos. Está mal que hable de uno, pero quién me iba a decir a mí, que necesito dar palabras como si fuera un donante, que un día tendría esta ventana abierta para sacar mis libros y mis pensamientos y que los contrasten mis amigos. Y como la vida me ha enseñado muchas cosas, quiero devolverlas al mundo sin ningún filtro que me quite libertad. Después, si me juzgan que estoy o no acertado, pero he contribuido a parar por unos instantes la vida para tomar aire, ya he aportado algo al positivismo. No hace falta decir, pues pululan a nuestro alrededor, que existen individuos  que, como sea, buscan la clonación humana y hasta que no lo consigan podemos resultar un tanto molestos. Es más, refiriéndose a esto, decía Molière “que quien quiere ahogar a su perro dice que está rabioso”.