miércoles, 3 de abril de 2013
CARTA AL REY
Imagino a Su Majestad lleno de recuerdos y a la vez
lamentarse cuán olvidadizos son los españoles con su historial. No es eso,
Majestad. Lo sucedido el 23-F de 1981 es un hecho con el que usted se metió en
el bolsillo a muchos compatriotas. Pero claro esto afortunadamente no ocurre
todos los días y muchos de los que están por debajo de la cincuentena quizá no
hayan hecho otra cosa por usted que hacer zapping en Nochebuena. Cada vez
quedan menos de aquellos que decían: “¿A que no sabes quién es el mejor
chapista de España?”. “No, quién?”. “El Rey”. “Por qué”. “Porque ha arreglado
el golpe”. Jajaja!!! Aquello fue un oasis para usted. Pero hoy se cuentan por
mayoría los españoles que no perdonan una doble o triple moral, como en la
época de su abuelo, que tenía reina, amante y no pocos escarceos, uno de ellos
con La Bella Otero, bailarina, actriz y cortesana de exportación en varias
casas reales. Lo suyo, Majestad, lo que interesa ahora al pueblo español, ha
sido de importación, y una errata la echa cualquiera. ¡Qué le vamos a hacer! Su
hijo, su mayor capital, futuro Felipe VI “El Preparado”, se entera mejor de las
noticias por el Telediario y así pilló a la encantadora Letizia, mientras usted
es más de Internet y le imagino un día haciendo un “busca” de Corona y le salió
Corina. “¿Pa’qué más después de lo del yerno?”. Y además usted no tiene mal
paladar y le gustan más los bombones que los borbones. Voy a decirle un
secreto: cuando Su Majestad pedía perdón y decía que no volvería a ocurrir,
nadie pensaba en el golpe, mejor dicho trastazo, que le llevó a los quirófanos,
sino en lo suertudo que es usted, y encima, para rematarlo, en esos malditos
días, a su primo el Rey Gustavo Adolfo de Suecia le sacan una biografía de vida
de Rey, “El Rey y la Corista”, y claro, entre unas cosas y otras, no es de extrañar
que le quieran mandar a darle compañía al hoy soldado raso señor Ratzinger. Suyo
affmo.
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Cualquier día te van a nombrar secretario personal del Rey, pero de la parte contraria.
ResponderEliminarY ya puestas así las cosas, hasta yo me voy a hacer ladrona, estafadora y amante de alguien influyente y con dinero..............¿Del príncipe por ejemplo??????????????.
Ya te echaré una mano cuando llegue a las altas esferas.
No soy un Peñafiel en mis escritos a la hora de relatar la vida de la familia real, muy pocas veces hablo de ello. Es más, siempre gozará de mi aprecio si sabe retirarse a tiempo. Pero no sé si es el momento de dejar este país tan depauperado en manos de su hijo. Así que no tienes mi consentimiento para vivir en pecado con el príncipe.
ResponderEliminarjajajajajja ¡Muy, pero que muy bueno!!!!!!!!!!!!!!!.............
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