martes, 21 de febrero de 2012
Homo google
Propongo que a partir de ahora el homo sapiens comparta el espacio mundanal con el homo google, un homínido que en la actualidad se halla en plena era grácil. El homo sapiens de momento es el que piensa, pero cuando ya no tiene nada que decir, se apoya en la frase “esto es puro google”, o sea, “para qué perder el tiempo , no te metas tonterías en la cabeza, cuando necesites alguna información, vete a google y tema solucionado”. ¿Qué ocurrirá con esto? Lo mismo que con los dientes, que cuando dejamos de comer la carne cruda, y el hombre se hizo labrador, los dientes se refinaron; o con el pelo, que cuando terminó la época glacial y el hombre se hubo acostumbrado a vestir pieles de animales, comenzó a perderlo; o las uñas, que eran casi garras y hoy a ese mismo hombre le hacen la manicura. ¿Qué pasará, preguntamos, cuando el hombre sea enteramente google? Imagino que este ser habrá perdido la capacidad de memorizar, y cuando le pregunten cómo se llama su hijo, dirá “mira, pon en google “emperadores”. “Lo tengo: aquí pone Augusto, Claudio, César….”. “Ése, ese último”. “¿Se llama César tu hijo”. “Sí, sí, efectivamente, así se llama”. “¿Y tu madre cómo se llama?”. “No lo sé, pero nació con los dolores”. “A ver, ‘con los dolores’. Aquí pone Chiquito de la Calzada por la gloria de mi madre”. “Gloria, se llama Gloria”… Y así seguiríamos con homo sapiens y homo google enlazando explicación y conceptos como si todo fuera una tontería, ¡qué gran error!, dejen que pase un siglo y esto se transmita por el ADN, ya me darán la razón de esta tontería. Al tiempo.
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