Hasta ahora, mal que bien, siempre he tenido algo para
decirles, pero ha llegado el día, y ese día es hoy, en el que no tengo nada de
nada. No obstante, debo tranquilizar y tranquilizarme de que aún no he tomado
la pendiente, todo ha sido producto de haber dedicado el día en hacer lo
imposible. Y reconozco que he trabajado más que nunca y además, como siempre,
he querido hacer el mejor artículo de mi vida, ese con el que todos soñamos, un
artículo insuperable para decir “yo con esto me retiro”, pero todo ha quedado
en una impotencia. Nunca se termina de aprender y reconozco que fue mal fario
comenzar por el título, ese fue mi primer gran error. Cuando se comienza de esa
manera, lo tengo comprobado, estás ante un empeño harto difícil, crees que
puedes comerte el folio y esas no son formas, es mejor entrar sosegado, con
naturalidad, dejar que el pensamiento hipnotice las palabras y ellas vayan
cayendo solas sobre tus dedos, como la famosa manzana. Y no sé qué habrá allí
arriba, pero siempre vienen de allá, si alguna vez vienen de abajo es cuando
converso con mi perro, ese perro que no tengo porque tampoco tengo una vida
paralela para dedicarle, que es lo que requieren esos enternecedores ojillos,
cualquier dueño sabe de lo que hablo. Yo, para compensar esa falta de bonhomía
o de grandeza, hace tiempo que adopté un arbolito, el Ayuntamiento me lo cuida
con mis impuestos y hasta estos momentos no digo que goza de buena salud, sino
que está engordando. Ah, se me olvidaba, les decía que hoy no tengo nada para
contarles y aún no les he dicho en qué empresa estuve tan liado que se llevó
todas mis entelequias. Perdonen, les informo que todo fue producto de querer
dar letra al himno de España. Me animó el hecho de que el anterior lo había
escrito “un tal Pemán”, que rima con ademán. Y comencé bien, el título lo clavé
con un tipo de letra inglesa que me quedó de lujo: “España, Sí Se Puede”, y
comenzaron a venir a la mesa de trabajo tal cúmulo de iconos que quedé abrumado,
pero ¡cachi! me fallaba la rima. Con la palabra Independencia no rimaba nada; luego
había que meter a la gitanilla que al no sostenerse encima del televisor, en mi
casa la solución de emergencia fue sustituirla por una pegatina; al igual que el
toro, que desde que pasó de arte a despojo, a veces coloco la cabeza y otras el
mondongo; el ecce homo, un buen representante de la cultura promovida, rimaba
con autónomo y autónomo rimaba con autodidacta y eso era como meter a Bukowski
en una oficina; total que se me ha pasado el día y ahora no tengo nada que
contarles, o sólo un par de cosas referentes al himno: que bien lo dejamos como
está, con el chunda chunda, o lo cambiamos por dos himnos que funcionan, uno para
cada país de nuestra patria, así cuando gobiernen los unos que sea “¡Que Viva
España!” y cuando gobiernen los otros, “Dale a tu cuerpo alegría Macarena”. Gracias
por entenderme.
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo del martes 25/8/2015.
Acompañadme:
Título: "Plaza de Gabriel y Galán".
Jo que lío tienes!!!!!!!!!!
ResponderEliminarY yo que creí que era yo la única que se complicaba la vida!!!!!!!!!!!!!