Dice la RAE, en su segunda acepción, que un héroe es un
hombre que lleva a cabo una acción heroica. Es de Perogrullo, quizá aquel día
estaban sus señorías en la hora de la siesta, ¡qué le vamos a hacer! Pero no es
nuestra intención criticar a tales autoridades cuando tanto hacen por nuestra
Lengua, sino actualizar con tres ejemplos ese arcoiris en el que comienza y
termina la heroicidad. Las hazañas en
las que uno es reconocido como un héroe, las más habituales, son las que van
unidas a una medalla y son conocidas las instituciones que lo llevan en su ADN,
héroes que las reciben unos en mano y otros, quizá los más, a título póstumo.
Hablo de las Fuerzas del Estado o Bomberos, por cierto con un verano en Gredos
para olvidar. Al lado de esto, pero que no parezca un disparate, existe otra
heroicidad que no se gratifica con nada y es vital en estos tiempos de mojitos
y caipiriñas. Se trata de la heroicidad del conductor abstemio, un individuo
que se coloca al volante de un coche y pasea, de feria en feria, a cuatro
amiguetes totalmente borrachos. “Tráfico, ¿para cuándo una medalla?”. Es de
sobra conocido lo gracioso que somos cuando nos ponemos “hasta las nalgas” con
cuatro cócteles; y no es por joder, perdón, pero yo creo que este héroe debería
compartir tal galardón con el copiloto, pues las fiestas se alargan y el “amigo
conductor”, gracias Valderrama, al llegar la mañana queda atrapado en ese
estado catatónico en el que, pido perdón nuevamente, uno se queda “pedo”, pero
de sueño. Tomémoslo en serio y al igual que el guardia multa individualmente a
quien no lleva cinturón, también pongamos los medios para que ese individuo que
llevamos ahí a la derecha, tan cerca del freno de mano y del cuadro de mandos,
reúna las condiciones físicas y psíquicas necesarias para, si llegado el caso,
tuviera que relevarnos. Y, por último, no quiero dejar fuera de este recorrido
de héroes a su pesar a los animadores de fiesta, cuatro la semana pasada, uno de
ellos en su condición de concejal, que murieron absurdamente entre las astas de unos verraquitos de quinientos kilos de nada.
En www.salamancartvaldia.com tenéis mi artículo del martes 18/8/2015.
Acompañadme:
Título: "Plaza del Poeta Iglesias".
Lo de la RAE ............sin comentarios
ResponderEliminarLo demás que dices. Hay unos cuantos héroes por el mundo que no figuran en ninguna lista. Sin ir más allá........ Lo de vivir en este mundo, hoy día, ya es toda una heroicidad.
Y no pretendo caer en ningún tópico.
besinesssssssss