martes, 9 de julio de 2013

EL GAZPACHO


Genuino español, deberíamos sentirnos frustrados por no haber registrado la marca. Sería secreta, como la Coca-Cola, pero “nanai”, hoy día se sirve gazpacho en todo el mundo y nosotros, panolis, llevamos siglos fanfarroneando “que el mejor gazpacho es el mío”, y si echamos cuentas nos salen 47 millones de gazpachos. Si para todos es común el tomate, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, pimiento, pepino y agua, creo que deberíamos habernos puesto de acuerdo en un noveno componente y a forrarnos. No eso de presumir que “yo lo hago más suave”, “el mío es más dulce, le echo gajos de naranja”, “pues pruébalo con uvas, ya verás”…. seguiríamos así hasta la eternidad entre nosotros y sin ganar una rubia. Y como la literatura no es tonta, a la mínima, si no dispone de un término taurino donde sembrar una metáfora, hace un gazpacho y sanseacabó. Esto se degusta sobre todo en los periódicos, y en los últimos tiempos se habla de un gazpacho fuerte, subido de aliños, con el que algún estómago acostumbrado a gazpachos suaves y placenteros puede acabar con una úlcera. Y la culpa la tenemos nosotros, pues si sabes, por ejemplo, que el señor “pedrojota” escribe los domingos en las páginas dos y tres de su periódico, pues pasas a la cuatro directamente y tan feliz, pero no, el domingo nos metieron en la primera una página, de esas que leemos hasta sin querer, con el tema de que había estado el señor ‘pedrojota’ “cuatro horas con Bárcenas” y la lió, pues si se juntan el señor pedrojota y el señor de los bares y las cenas lo único que puede salir es un gazpacho muy fuerte, tan fuerte que tenemos que tomarlo poco a poco para digerirlo como Dios manda. El señor “pedrojota”, como si nada, un poco distraído, le pedía una y otra vez al “señor cabrón” (así le llaman sus amigos) que echara más ingredientes y, como si fuera su abogado, el hombre le obedecía y le echaba todo lo que le salía de la cabeza. Salió un gazpacho más denso que el salmorejo y de él, no les quepa la menor duda, unos y otros hablarán durante mucho tiempo. ¿Podía ser éste el gazpacho de importación que necesitamos? Si se habla de él lejos de nuestras fronteras, vayamos uniéndolo a la marca EspaÑa.

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